Seguro ahora se pagan más impuestos”. Es la frase que más escucho desde que el gobierno cubano mediante la Gaceta No.94 permitiera la creación de nuevos actores en la economía del país. Y sí, puede que la frase sea cierta, que ahora en el nuevo escenario económico se paguen más impuestos, sin embargo, ¿es esta, una acción desafortunada?
Puede que la frase, ya popular, sea impulsiva. Pero, ¿refleja la realidad? No, a menos que hagamos un análisis de los verdaderos beneficios que estos nuevos cambios nos ofrecen.
Hoy es importante entender que los impuestos son responsables, en parte, de que servicios como la salud y la educación sean gratuitos. Potenciar los negocios privados debió ser siempre una prioridad.
El sector no estatal crece cada año a pasos agigantados. ¿Por qué? Bueno, este grupo de emprendedores que apostaron por su país, han demostrado la resiliencia a través del tiempo, de permanecer y crecer en un ámbito económico desfavorable para ellos. Si a esto le sumas que justo ahora, finalmente, van a vivir la tan esperada apertura económica, pues es el momento preciso para que los empresarios privados demuestren su potencial.
Un objeto social amplio, naturaleza jurídica, posibilidades de contratar con proveedores nacionales bajo tratamiento de iguales, facilidades de importación y compras de materias primas, inversión bajo mecanismo legales, autorizos para vender en MLC, reconocimiento de la figura del socio como dueño principal de la MIPYMES, entre otros, se vislumbran como los beneficios más populares.
Por esto hay más impuestos, porque las oportunidades han crecido.
Que las nuevas empresas aporten valores a la sociedad, es uno de los propósitos del gobierno. Es por esto, que se agregó un 1% sobre los ingresos de las MIPYMES, destinados a Impuestos para el Desarrollo Local. Dicho aporte, permitirá a las administraciones municipales contar con liquidez para el arreglo y mantenimiento de las localidades que rodean dichos negocios.
Uno de los actores que más llaman la atención son los Proyectos de desarrollo local (PDL) creados con la finalidad de agregarle a la sociedad valores que vayan desde las manos de las personas que generan ingresos y se reviertan en ayudar a sus comunidades. No solo desde la contratación de empleados sino desde programas sociales pagados por estos mismos negocios. Gracias a esta figura, la tributación será mucho más baja y atractiva. Incluso, pudiéndose crear posteriormente MIPYMES en estos mismos proyectos.
Algo que golpeaba a los cuentapropistas eran los porcentajes de deducción de gastos. Esta medida, lejos de limitar el crecimiento de los negocios, provocó que muchas veces la sub-declaración de impuestos fuera una oportunidad y no una ilegalidad. Resultado: las declaraciones de impuestos eran más bajas. Hoy, este sería uno de los beneficios a tener en cuenta. Los negocios van a poder deducir el 100% de sus gastos y podrán tener en cuenta las inversiones realizadas en los mismos, sin tener que ocultarlas.
El pago de impuestos ha sido siempre una responsabilidad y un deber. Asustarse con la idea, debe estar lejos de lo que debe provocar este ejercicio. Es necesario e importante aportar. Sentirse parte del proceso y del desarrollo de la sociedad debe ser una máxima cada día, eso, no solo nos permitirá exigir más como actores activos sino que ayudará además a caminar cada día, más rápido.
Tomado de la revista Negolution