Esa es la eterna disyuntiva a la que se enfrentan las personas cuando deciden comprar una vivienda. Cada opción tiene sus propias ventajas y desventajas y valorarlas según tus propios criterios es ideal para encontrar tu verdadero hogar
¿Cómo decidirse? Cubisima te trae hoy una serie de pros y contras para que valores adecuadamente cada posibilidad.
Independencia. La libertad y privacidad que brinda una casa es una gran ventaja. No tendrás que lidiar con la convivencia con vecinos. Cambiar el color de tu residencia, escoger el sistema de seguridad u organizar una simple fiesta, tendrá muchos menos inconvenientes que si vivieras en un apartamento. Es tu espacio y son tus reglas.
Sin embargo, no todo es negativo con respecto a la convivencia con vecinos.
En caso de vivir en un apartamento, quizás no tengas toda la libertad para cambiar el aspecto exterior del edificio o hacer una fiesta cada semana, pero la compañía de vecinos transitando por el recinto es importante para desalentar a cualquier ladrón, además de que podrás encontrar ayuda ante cualquier dificultad o incluso en caso de accidente. Esto es primordial sobre todo si vivirás solo, con niños pequeños o si se trata de adultos mayores.
Renovaciones. Lo bueno de vivir en una casa, es que puedes hacer todos los cambios en las estructuras, puedes quitar o añadir paredes, muros, cercas perimetrales o reparaciones en la plomería y la electricidad, sin tener que contar con la aprobación o el presupuesto de otros inquilinos. Sobre todo porque cambios en las estructuras, generalmente benefician a unos y afectan a otros.
Si vas a realizar este tipo de inversiones, podrás pasar un poco de trabajo en llegar a un acuerdo con los vecinos, pero eh! los costes serán más bajos. Piensa en que te ahorrarás un montón de dinero si, por ejemplo, hay que comprar una motobomba, reparar una reja o alquilar los servicios de pintura del edificio.
Áreas verdes. En las casas es más probable que puedas contar con un pequeño patio o jardín, e incluso con espacios de tierras suficiente para sembrar lo que prefieras. Pero ten en cuenta, que eso también conllevará mantener todo podado, recogido, además de que deberás mantener a rayo las hormigas u otros insectos molestos.
Si vives en un apartamento, las plantas se verán limitadas a macetas o pequeñas jardineras. Es importante respetar los espacios verdes que rodean los edificios, pues contrario a lo que muchos creen, no es solamente responsabilidad de los inquilinos de la planta baja. Contratar un jardinero y no botar basura o colillas de cigarro por las ventanas son algunas de las reglas de buena convivencia con las que deberás cumplir.
Los espacios interiores. Cuando decides vivir en una casa, una de las mejores ventajas son los espacios amplios, que permiten una mayor independencia a los habitantes, al haber un mayor número de habitaciones para realizar las actividades diarias. El contar, por ejemplo, con una pieza de televisión y un estudio separados, permitirán que puedas desenvolverte con mayor tranquilidad y libertad de movimiento.
En un departamento la amplitud de los espacios es casi siempre una limitante. Sin embargo, también ofrece ventajas, como lo son una mayor convivencia entre los integrantes del hogar, así como un mejor aprovechamiento de los espacios, lo cual te ayudará a tener dentro de tu casa solo lo necesario.
Niños y mascotas. Si vives con tu pareja o con niños, o si tienes pensado tener hijos, una casa es ideal pues el bullicio a veces molesta un poco en los apartamentos. Además, ten en cuenta que los juguetes, ocupan espacio y los infantes necesitan lugar para correr, jugar con cierta libertad de movimiento.
En un apartamento es completamente diferente: los perros si ladran con frecuencia llamarán la atención y alerta de los vecinos, que con razón, se molestarán. Deberás tener cuidado con los niños y los accesos a escaleras, balcones y ascensores, para evitar accidentes.