Conducir en verano: los tips!

En verano los viajes en carretera no aumentan en sí. Sin embargo, los riesgos sí son mayores debido a que el período de playa y vacaciones intensifican las jornadas festivas que incluyen el consumo de alcohol y el resquebrajamiento de las medidas disciplinarias. A esto debe añadírsele el calor y el sol, que pueden afectar el correcto manejo del vehículo. A continuación, les presentamos algunos consejos para conducir en verano.

Pero, para disfrutar a tope de las vacaciones, es imprescindible tener un viaje tranquilo y libre de problemas. Para evitarlos en la medida de lo posible, pues la carretera nunca nos permite estar libre de cualquier incidente, podemos hacer varias cosas que minimizarán los riesgos y nos permitirán afrontar el viaje con mayor comodidad. Vamos a verlas.

El coche, en perfecto estado

Resulta evidente que lo primero que tenemos que hacer es preparar el coche para el viaje y el calor, que en esta época del año es asfixiante en la mayor parte del territorio español.

Por supuesto, hay que empezar por tener el “libro mental” de mantenimiento al día para tener la seguridad de que nada fallará por falta de atención. También es importante revisar los niveles: aceite, líquido refrigerante, líquido de dirección, líquido de frenos y líquido limpiaparabrisas.

Todo esto es aún más importante en las estaciones más extremas, el invierno y el verano, pues las temperaturas muy bajas o muy altas acentúan los problemas y potenciales averías en caso de no haberse realizado un mantenimiento y control adecuados.

Otro elemento importante a considerar es el estado de los neumáticos. Empezando por controlar la presión, ya que esta tiene una gran influencia en el comportamiento y duración de los mismos. Tampoco debemos olvidarnos de los frenos y otros elementos del vehículo, sobre los cuales te hablamos en el siguiente artículo:

Carga el coche de manera racional

Una vez tenemos el coche en perfecto estado de revista, es el momento de prepararnos para salir a la carretera, pero antes tenemos que cargar las maletas y todos los enseres que nos queremos llevar.

Es importante no excedernos a la hora de cargar el vehículo. El mejor modo de hacerlo es respetar las áreas de visibilidad del mismo, tanto en los laterales como en la zona del maletero, y fijar todo de manera que no pueda moverse y provocarnos lesiones en caso de frenazo, aceleración o accidente.

Además, esto nos permitirá mantener el consumo bajo control y disponer de un coche con reacciones más ágiles en los adelantamientos, subidas o frenadas.

Las gafas de sol, el calzado y la ropa

Ya hemos cargado y nos disponemos a entrar en el coche. Resulta vital viajar con comodidad. Esto se traduce en el uso de unas gafas de sol que nos permitan evitar destellos, deslumbramientos, fatiga visual o incluso dolores de cabeza.

Además, es importante elegir ropa que nos permita movernos con comodidad y que evite hacernos sudar en la medida de lo posible. Y no, conducir sin camiseta tampoco es lo mejor, aunque sólo sea porque nos hará sudar más que con una prenda ligera y fresca. Además, seremos más vulnerables ante quemaduras y roces.

Finalmente, el calzado es muy importante porque nos permite manejar los pedales con seguridad y sin dudas. Unas chanclas, un calzado muy caluroso o unos tacones deben ser evitados a toda costa.

Hidratación, alimentos y paradas

Y es que el cuerpo se relaja mucho después de las comidas, por lo que emprender un viaje tras una comida copiosa y en las horas centrales del día puede ser terrible y sumirnos en un sopor que nos haga difícil conducir con atención y buenos reflejos.

En cualquier caso, debemos hidratarnos con regularidad durante el viaje, algo crítico si no tenemos aire acondicionado, y comer lo justo para no tener hambre. Esto segundo, si lo hacemos durante las paradas, mejor que mejor.

Paradas que siempre se recomiendan cada dos horas, pues de ese modo estiramos las piernas, cambiamos de postura y de ambiente y podemos beber y comer con tranquilidad y seguridad. Todo ello nos ayudará a mantener mayor atención en la carretera una vez que volvamos a conducir.

La postura de conducción

Vamos a pasar unas horas conduciendo y una postura correcta nos permitirá aguantar mejor el paso de los kilómetros, así como minimizar posibles dolores o despistes. Lo ideal es mantener las dos manos en el volante a las 10 y 10, puesto que así podremos reaccionar con mayor facilidad ante un imprevisto o necesidad de manipular algún mando.

Además, es importante mantener la distancia adecuada en relación al volante (muñecas sobre el aro al estirar por completo los brazos) para no fatigarnos de más y mantener la agilidad en los movimientos, así como elegir una inclinación del respaldo razonable, ni muy erguida ni excesivamente tumbada. Finalmente, el reposacabezas debe permitirnos apoyar la cabeza en su centro y el anclaje superior del cinturón de seguridad en el pilar central del coche debe situarse a la altura de nuestros ojos.

Esto contribuirá a una mayor seguridad y comodidad.

 En carretera, las ventanillas bajadas

Terminamos con un consejo relacionado con alguno de los puntos anteriores. Especialmente al inicio del trayecto y si el coche ha estado al sol, es importante abrir todas las ventanillas para ventilar el habitáculo y permitir expulsar el calor mientras el aire acondicionado refresca el mismo.

Pero, cuando salimos a la carretera, debemos bajar las ventanillas y permitir que el climatizador genere una atmósfera agradable. Esto, además, nos permitirá consumir menos combustible al no ejercer el aire de freno.

También evitará que entren insectos y otros animales en el habitáculo, lo que sin duda puede desencadenar una situación peligrosa y el consiguiente accidente. Y, en el caso de que este se produzca, las ventanillas subidas podrán protegernos en mayor medida.

En definitiva, muchos de estos consejos especialmente indicados para el verano no son más que sentido común y nos permitirán disfrutar de un trayecto por carretera mucho más agradable. ¡Buen viaje!

Con información de www.motor.es