Cómo ganar luz natural para tus estancias.

Vivir en una Isla tropical puede ser todo un desafío, sobre todo en los meses de verano. Sin embargo, siempre podrás contar con la luz del Sol y convertirla en tu principal aliada. La popular revista Hola nos da unos interesantes consejos sobre este tema.

Estudia el terreno

Para poder sacar todo el partido a la luz natural, ten en cuenta el número de ventanas de la habitación, a qué hora recibe más luz, cómo es su carpintería, qué tipo de cortinas necesita… Recuerda también que las estancias orientadas al norte reciben una luz blanca y poco intensa, por lo que la decoración y el esquema de color debe ser envolvente y cálido, para crear una atmósfera luminosa y cálida a la vez.

 

Di sí a los tonos claros

La gama de crudos, blancos, amarillos y tostados son los mejores acompañantes de la luz natural. Úsalos tanto en paredes como en tapicerías y cortinas y no desperdicies su poder para multiplicar los metros cuadrados y hacer crecer las dimensiones de una estancia. Otro factor que también debes tener en cuenta es el tipo de acabado de la pintura. Así, la semilaca, el estuco y la veladura reflejan la luz y crean superficies brillantes, mientras que los acabados a la cal otorgan un efecto mate y rústico, ideal para estancias que dan al sur.

 

Apúntate ‘look loft’

Y elimina tabiques y pasillos (un enemigo de las distribuciones modernas), con el fin de lograr espacios únicos y poco compartimentados. Pero eso sí, con sentido común. “No se trata de tirar una puerta sino de diferenciar las zonas públicas de las privadas, para que no mezclen, y crear ambientes dentro de un mismo espacio”, señala el arquitecto Juanjo Lastra Pérez-Olaya.

 

Las lámparas también ayudan

Especialmente en las horas donde es necesario combinar luz natural y artificial, un buen proyecto lumínico te ayudará a aprovechar mejor los rayos del sol. Elige luminarias con pantallas claras, que ofrezcan una luz cálida, mientras si son de pie, este debe tener un diseño ligero, que no recargue visualmente el ambiente.

 

Despeja las entradas de luz

Y deja que campe a sus anchas por toda la habitación. Intenta que el punto de vista se traslade al exterior, para ganar nuevas miras y metros cuadrados y fuera, coloca muebles que no tapen las vistas.

 

Integra ventanas y puertas

A la hora de ganar luz natural, el ‘look’ que luzcan ventanas y puertas también tiene mucho que decir. Una opción, que muchas veces no puedes llevar a cabo, es ampliar el tamaño de las mismas; y otro, el más sencillo, es pintarlas de tonos claros e, incluso, acristalar las puertas. La elección del tipo también es importante. Las grandes correderas con una mínima perfilería crean la sensación de paredes de cristal, que permiten la comunicación y la unión entre el interior y el exterior; al igual que las de techo, que elevan la altura y la vista de la habitación al cielo.

 

 Telas lisas y con textura

Apuesta por tejidos claros y con una textura lisa o un poco brillante, que atrapan e intensifican la luz. Chenillas, sedas y terciopelos de seda, que tienen cierto brillo, pueden dar mucho juego, al igual que cortinas y visillos ligeros en blanco o beis. Si quieres ganar, además de luz, riqueza decorativa, prueba a combinar en una misma estancia, telas brillantes y mates. En el caso de las cortinas, los visillos, al ser translúcidos, aseguran la entrada de los rayos solares

 

Suelos con efecto espejo

Al igual que ocurre con el techo, tiene la capacidad de rebotar la luz y expandirla por toda la habitación. Sea del tipo que sea, elígelo siempre en tonos claros y acabados brillantes, especialmente en lugares donde la luz incide directamente sobre él y puede reflejarse. Así, para madera, barnizados brillante; para la cerámica, porcelánico (más brillante) o rectificado (sin juntas) y para el mármol, pulido.

 

Haz que todo mire por las ventanas

Orienta la decoración hacia las fuentes de luz. Se trata de distribuir mejor, de manera que las estancias se abran al exterior. Para ello, puedes colocar el estar del salón o el comedor frente al ventanal principal, situar la cama en paralelo, crear pasillos en de luz en estancias pequeñas, como suelen ser cocinas y baños…

 

Una pincelada ‘brilli brilli’

Deja que el brillo se cuele en el interior de casa, creando reflejos luminosos. Coloca una cristalería en una vitrina, cojines de seda, plantas de hoja pequeña, detalles en dorado… Y, por supuesto, no te olvides de los espejos, situados estratégicamente no solo expanden la luz sino que hacen crecer los metros casi por arte de magia.

 

Opta por muebles ligeros

Que reflejen la luz y que tiendan a aligerar visualmente el espacio y diseños ‘transparentes, como las estanterías sin trasera o los sofás con respaldo bajo, que separan y delimitan zonas de un mismo espacio, permitiendo, al mismo tiempo, que la luminosidad campe a sus anchas por los diferentes ambientes. Recurre también a piezas voladas, cuadros sin marco, muebles de obra, espejos… Y no subestimes el poder de un centro de flor blanca en un rincón oscuro, te sorprenderá cómo es capaz de iluminar sin que te des cuenta.

 

Tomado de Hola.com