Considerado como el elemento más eficaz en la prevención de las consecuencias de accidentes de tránsito, el cinturón de seguridad duplica las posibilidades de sobrevivir a una colisión seria. El objetivo de su uso es minimizar las heridas ante un choque, impidiendo que el pasajero se golpee contra los elementos duros o cortantes que se encuentran dentro del automóvil, o contra otros pasajeros, o que salga “disparado” como consecuencia del impacto.
- Impide que el cuerpo se golpee contra la estructura del vehículo. Un impacto contra algún elemento del interior del vehículo a una velocidad de 50km/h equivale a la intensidad que tendría un golpe con el suelo tras caer desde 20 metros de altura.
- Evita salir proyectado del vehículo. El cinturón inmoviliza al ocupante de un coche en el asiento durante el tiempo que dura el accidente, minimizando los daños físicos tras el siniestro.
- Evita multas. El uso del cinturón de seguridad es obligatorio por Ley. Además de evitar la multa correspondiente en caso de no utilizarlo, puede evitar una tragedia mayor.
- Disminuye el riesgo de fallecimiento en uno de cada dos accidentes. Al evitar que el cuerpo salga disparado en caso de impacto, reduce un 50% el riesgo de accidente mortal.
- Mantiene al usuario en una posición correcta de manejo. La posición de conducción es clave por la capacidad de reacción que brinda al conductor ante cualquier imprevisto.
- Es el dispositivo número uno de seguridad en los autos. No utilizar el cinturón de seguridad puede ser fatal, incluso en recorridos cortos y a bajas velocidades.
Con información de Autobody Magazine