Autos antiguos: echar a andar la imaginación

¿Qué magia hace posible que carros con más de 50 años de explotación sigan rodando por las calles habaneras? La respuesta yace en la imaginación.

En Cuba circulan actualmente entre 60 mil y 75 mil autos antiguos gracias a la inventiva de sus habitantes. Plymouth, Ford, Chevrolet, Buick 54 son solo algunas de las marcas que puedes ver transitando tras una pintura exquisita por las avenidas.

Raúl es mecánico de profesión y desde1996 se dedica a reparar autos americanos, también conocidos como almendrones. “El cubano vive del invento, esa no es una frase vacía, es una realidad. En la mecánica también es así”-afirma sin apenas levantar la vista, mientras limpia un carburador.

“Yo he arreglado la espiral metálica del sistema de amortiguación con piezas de trenes”-nos dice entre risas. Pero más allá de ese caso específico, el mecánico reconoce que el mantenimiento de un auto viejo, depende en gran medida de la sistematicidad de los arreglos.

No solo se trata de carros antiguos de modelos norteamericanos. Casi todo el mercado automovilístico que se mueve por la Isla es de uso, pues los altísimos precios en la venta de autos con 0 kilometraje, así como los obstáculos para su importación, son elementos que han incidido en que los cubanos remodelen y reparen autos constantemente y que los mismos permanezcan en una familia por largas décadas. Desde los soviéticos Lada y Moskvitch, hasta Fiat, BW y Peugeot, todos han podido ser reparados gracias a una suerte de “hermandad” entre conductores y choferes, los que intercambian piezas y encuentran soluciones a las más diversas dificultades, para mantener sus reliquias.

¿Cómo? Pues Cubisima te trae unos trucos que te ayudarán a que tu auto pueda desandar las calles cubanas con el mismo confort que un auto de estreno.

El Mantenimiento. Un auto antiguo no aguanta el mismo ritmo que años atrás. Debes tener en cuenta que la mecánica comienza a desgastarse por lo que es normal que piezas y niveles comiencen a dar problemas. Por dicha razón, un mantenimiento periódico y continuado es ideal para revisar el estado del vehículo. Llévalo con un mecánico, no improvises, y pídele que compruebe los niveles de aceite, el estado de los filtros, la refrigeración, etc. Con el paso de los años, los sistemas están más desgastados y, sin embargo, es muy importante que se mantenga bien lubricado, ventilado y refrigerado.

Los frenos. El desgaste de los componentes del sistema de frenos depende mucho de las características de la conducción y también del medio habitual por el que ruede el vehículo (atascos en las ciudades, recorridos en montaña, con abundantes curvas. Por eso, es muy importante que este sistema sea revisado por un especialista al menos una vez al año. No es fácil detectarlo, puesto que los componentes del freno se van deteriorando poco a poco y, salvo que sea muy marcada la diferencia (se va para un lado, tardar en “reaccionar”, ruidos, chirridos, etc) en cuyo caso el paso por el taller debe ser inmediato.

Aprende a escuchar a tu carro. Nadie conoce a tu auto como tú mismo. Por lo que debes estar atento a cualquier señal de problema. Si tu auto comienza a hacer un ruido inusual, no es recomendable pasarlo por alto y esperar a que se arregle solo. Es mejor intentar detectar el problema y darle solución, pues a veces una detección a tiempo puede ahorrarte gastos excesivos. En el caso de que haya que cambiar alguna pieza, valora de conjunto con tu mecánico qué es más aconsejable, si parar el carro o continuar usándolo hasta que se pueda realizar el repuesto.

Sé amable con tu auto. No basta con una revisión constante a tu carro. La forma en que conduces también incide en el estado del vehículo. Evita la conducción brusca, la aceleración y desaceleración fuerte o forzar los frenos. Evita las calles con mala pavimentación y mantén la limpieza. También debes cerciorarte del estado de la chapistería, pues aunque remozarlo es algo costoso, te evitará que elementos corrosivos del ambiente atenten contra la calidad de tu auto. En este sentido también es aconsejable no exponerlo a mucho sol o lluvia, guardándolo en un garaje.